lunes, 3 de enero de 2011

Breve Historia de Pontones – Capitulo IV

Durante los años 50 del siglo pasado comienzan las expropiaciones para la creación del futuro Coto nacional de Caza que, por la ley 17/1960 de 21 de Julio, es creado para dañar gravemente a Pontones sin que ello reportara beneficio alguno. Todo culminará en los primeros años de la década de 1970, con la expropiación y demolición de un sinfín de hogares, en localidades como Las Canalejas, Las Espumaredas y muchas otras que se abandonaron hasta su completa ruina.

Coincidiendo con este duro golpe a los habitantes de gran parte del municipio, comienza a partir de los años 60 el fenómeno de la emigración, capítulo este de nuestra historia que compartimos con un sinnúmero de pueblos de toda España, pero que aparejado a las expropiaciones y la negación de infraestructuras y los servicios elementales a gran parte de la población diseminada en multitud de aldeas y cortijadas, acaban por asestar un zarpazo a Pontones del que ya nunca se recuperará, por lo menos hasta la fecha.

En medio de este imparable declive de Pontones surge la figura de un alcalde que en apenas dos años realizó un gran número de actuaciones que constituyen un hito en la consecución de buenas cosas para el pueblo. Fue César Llopis Martínez, que entre 1968 y 1971 llevó el alcantarillado a los núcleos de Pontón Alto y Bajo, electrificó varias aldeas. Recuperó los festejos taurinos, embelleció el pueblo y acondicionó lugares como la rambla y la plaza de toros, que desde entonces están como las conocemos ahora.

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