El pasado 28 de enero de 2012 la Asamblea General de Unión Pontonera acordó con la mayoría suficiente (más del 72% de los votos) la disolución del partido.
La propuesta de disolución fue llevada al principal órgano de poder de nuestro grupo político, a instancias de la Junta Directiva.
Tras un sosegado y madurado debate interno de más de siete meses de duración, la idea de disolver estas siglas se apoya y justifica fundamentalmente en los siguientes puntos:
Falta de sintonía entre el ideario de este partido y la mayoría de la población residente en la localidad de Pontones. Esto quedó de manifiesto en las pasadas elecciones municipales del 22 de mayo de 2011, en las que un partido como el nuestro, con un programa por y para el pueblo de Pontones e integrado en su totalidad por hijos de este, no recibió más allá del 30 % de los votos emitidos.
Los resultados electorales mencionados han dejado claro que más de dos tercios de los votantes no comparten nuestras inquietudes y han preferido por una razón u otra confiar el voto a programas, discursos, personas y partidos diferentes al nuestro.
Tampoco la forma de hacer política que ha tenido Unión Pontonera en sus apenas cinco años de existencia ha merecido el apoyo de los principales destinatarios de sus actuaciones y proyectos: los pontoneros y pontoneras.
Con Unión Pontonera sólo hemos pedido el voto desde la idea de “hacer cosas por Pontones, sin intereses particulares y ofreciendo un programa electoral realista (puede que modesto pero claro y realizable). No hemos hecho promesas que no podíamos cumplir, las que hemos hecho han sido para la totalidad de los ciudadanos de Pontones, nunca para determinadas personas o intereses particulares.
Intentar potenciar una zona como Pontones, maltratada por demasiados años bajo una fusión municipal, mal entendida y mal interpretada, fue siempre nuestro objetivo, y hemos estado convencidos hasta hace muy poco de que podíamos hacerlo con el apoyo de nuestros vecinos.
Y desde Unión Pontonera hemos creído que para luchar por Pontones era condición indispensable el apoyo mayoritario de nuestro pueblo, así como también era imprescindible lograr representación en el pleno del municipio para tratar de hacer valer nuestras ideas y nuestro programa.
Ninguna de las dos cosas anteriores se ha cumplido en estas últimas elecciones, ni siquiera en una ligera aproximación, por lo que hemos creído conveniente afrontar con sinceridad, humildad y responsabilidad nuestro fracaso, la derrota de nuestros postulados, y cesar nuestras actividades políticas.
Aquello que surgió fruto de la ilusión y el amor incondicional hacia nuestro pueblo, Pontones, ha terminado en decepción y resignación. Debemos admitir que la mayoría de nuestros vecinos está contenta con la situación actual, que prefiere en su conjunto las opciones de los partidos tradicionales, las formas, sus contenidos y un Pontones que está bien como está, integrado en Santiago-Pontones con el estatus que viene teniendo desde 1975. Por ello, haciendo otra vez un ejercicio de sinceridad, lamentamos profundamente este hecho, pues en Unión Pontonera siempre hemos creído que el estatus que Pontones no debería haber perdido y tenía que recuperar, era el de pueblo con todos los derechos que ello conlleva, independientemente de las fórmulas exactas a las que se pudiera haber llegado con el trabajo de iniciativas como la nuestra y con el apoyo de sus vecinos y simpatizantes.
Desde este último discurso de Unión Pontonera sólo nos resta agradecer encarecidamente el apoyo de todo aquel que nos votó y de paso pedirles perdón por haberles pedido algo tan importante como su voto y que éste no haya servido para nada. Pedimos disculpas también por si hubo alguien que se ilusionó con nuestro proyecto en algún momento y por carecer a día de hoy de cualquier estímulo para continuar con el mismo. Pedimos también comprensión en este último caso, ya que nuestro único motor y recompensa para seguir luchando, era un apoyo decidido de nuestro pueblo, y faltando este, las cosas carecen de sentido.
Y como epílogo de todo esto quisiéramos hacer un pequeño pero sentido homenaje a todo aquel que colaboró desinteresadamente en este proyecto, con su trabajo, su aliento, su cariño, su amistad. Y cómo no, a los ideales que nos han inspirado en este periplo que aunque de final amargo, ha sido provechoso y edificante en el camino: el amor a una tierra, la lucha contra la injusticia, la nobleza, la amistad y la cultura del esfuerzo. ¡Por el Pontones de siempre, el que nunca dejará de latir en nuestros corazones!
La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.
Albert Einstein
La crítica es indulgente con el cuervo, pero inexorable con las palomas.
Juvenal.
