lunes, 27 de diciembre de 2010

Breve Historia de Pontones – Capítulo III

Tras la guerra civil, una dura posguerra asoló todo el país. Pero en localidades como Pontones, esta situación pudo “paliarse”, de algún modo, gracias a que el aislamiento que sufrimos, nos  había servido para que la economía de la zona estuviera representada por pequeños propietarios que ejercían en su mayoría el autoconsumo. Debemos añadir que el famoso estraperlo (comercio ilegal de bienes sometidos a algún tipo de impuesto o tasas por el Estado), tuvo aquí también un importante papel, pues nuestra zona conectaba Andalucía con el Levante, y muchas familias de la localidad pudieron subsistir gracias a este comercio sumergido. De hecho, con motivo de combatir el estraperlo, se instauró en Pontones un Cuartel de la Guardia Civil, que pervivió prácticamente hasta la pérdida de la independencia municipal.

En esos años también habría que destacar que hubo una cierta inmigración de familias del ambiente urbano, personas que desempeñaban trabajos intelectuales, porque como se decía por aquella época “en Pontones se comía”. Todo en conjunto conformó, por así decirlo, una época de esplendor, en la que nuestro pueblo llegó a tener más de 3500 habitantes censados.

Pero de nuevo, aparejado al desarrollo del pueblo, concurren otras circunstancias mucho menos halagüeñas. Se realizan varias actuaciones contra la integridad del territorio de Pontones: tras la contienda civil se producen los primeros deslindes de montes, en las zonas de Las Canalejas y Poyo Segura de Pontones, a la par, el Estado también se apropia de manera arbitraria las tierras de labor de la margen derecha del río Segura en Pontones. En este último caso se cede el usufructo de las mismas a sus antiguos propietarios sin que aún se hayan expropiado definitivamente, como sí ocurrió en las aldeas de la vertiente atlántica del municipio. 

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